jueves, 11 de abril de 2013

El corte como posibilidad de inicio de un análisis. Parte 1

A partir de mi trabajo como analista de orientación lacaniana he podido constatar que el corte es un modo de posibilitar el inicio de la transferencia y por lo tanto el inicio de un análisis.

¿Cuál es la función del corte de la sesión?

El corte de la sesión debemos ubicarlo en la concepción del tiempo lógico del inconsciente.

El inconsciente no sabe del tiempo cronológico, no se rige por este tiempo. El inconsciente se muestra en el modo de una pulsación de apertura y cierre. Como evanescente. (Lacan. Seminario XI) Por tanto la lógica del corte debe apuntar y operar en un momento de apertura de dicho inconsciente.

Si bien es necesario un primer tiempo del análisis donde el sujeto despliegue su historia, sus marcas, las marcas del otro que quedaron grabadas a fuego en su ser, también es necesario en esas primeras entrevistas que los diferentes modos de interpretación, señalamiento, puntuación y corte vayan propiciando la transferencia, ya que esta es la condición para que un tratamiento sea posible. Y en este sentido a veces un corte puede suponer el inicio de un análisis. El corte abre la posibilidad del saber inconsciente.

¿Cuál es la relación entre corte y transferencia?

Corte y transferencia pueden ir unidos ya que el corte puede transferir, puede conectar el síntoma o la demanda que trae el sujeto con algo de su decir. Un corte que señale al sujeto una dirección otra, que permita que dicho sujeto entrevea algo de su inconsciente. Algo de lo que no sabe pero que puede empezar a suponer que puede llegar a saber. (SSS)

El corte, la escansión, supone la separación del S1 y el S2. Supone un corte en la cadena significante, en la metonimia de las palabras que despliega la asociación libre.

S1    Separación   S2          

Entonces, la función del corte supone el lugar dónde el sujeto es llevado a la posibilidad de producir una separación.

¿Qué separación?

Esto dependerá de cada caso pero siempre se tratará de separar.

El sujeto siempre viene alienado. Alienado al otro, al padre, a la madre, a su pareja, a tal dicho, a tales palabras...

Las sesiones empiezan de cualquier manera pero el final de la sesión es lo que constituye el acto analítico propiamente dicho. El término de una sesión es una cuestión muy delicada. No es lo mismo terminar en unas palabras que en otras. No se trata de un corte cronológico sino de un corte lógico.

"...ese acto mayor que consiste en decir se terminó" Página 197 de "Los signos del goce" de J.A. Miller.

El sujeto es interrumpido; el sujeto que viene atado a su cadena significante S1, S2...Sn queda interrumpido y puntuado de una nueva manera. S2 cae, se separa.

Esta ruptura de la asociación es responsabilidad del analista que así anulará los efectos de significación que trae el sujeto.